Hacer ejercicio al aire libre ofrece una serie de beneficios tanto físicos como mentales que van más allá de una simple rutina de entrenamiento. El contacto directo con la naturaleza reduce el estrés y la ansiedad, mejorando nuestro estado de ánimo y promoviendo la relajación. La exposición a la luz solar facilita la síntesis de vitamina D, esencial para la salud ósea y muscular. Además, entrenar al aire libre permite disfrutar de aire fresco y espacios abiertos, lo que favorece la concentración y la creatividad.
A nivel físico, el ejercicio al aire libre fortalece el sistema inmunológico, mejora la circulación y aumenta la resistencia cardiovascular. También permite explorar nuevos entornos y descubrir actividades recreativas que nos motivan a mantenernos activos a largo plazo. En resumen, combinar el ejercicio con la naturaleza es una excelente forma de cuidar nuestra salud física y mental, y de disfrutar al máximo de nuestro tiempo libre.
5 ejercicios para hacer al aire libre:
1. Caminar o correr
Ropa: Opta por camisetas de algodón orgánico, bambú o tejidos reciclados. Los leggings de poliéster reciclado son una excelente opción para mantener la humedad alejada y reducir el impacto ambiental.
2. Andar en bicicleta:
Ropa: Busca maillots y pantalones cortos fabricados con materiales técnicos reciclados, como el poliéster obtenido de botellas de plástico.
3. Yoga al aire libre:
Ropa: El algodón orgánico y el bambú son ideales para el yoga gracias a su suavidad y capacidad de absorción.
4. Senderismo:
Ropa: Para el senderismo, elige prendas de materiales resistentes y duraderos, como el poliéster reciclado y el nailon. Las chaquetas impermeables fabricadas con materiales reciclados son una excelente opción para protegerte de la lluvia.
5. Natación en aguas abiertas:
Ropa: Los trajes de baño ecológicos están hechos con materiales reciclados y libres de sustancias químicas dañinas.
Consejos adicionales para un entrenamiento ecológico:
• Opta por actividades al aire libre: Caminar, correr, andar en bicicleta o practicar senderismo son excelentes opciones que te permiten conectar con la naturaleza y reducir tu huella de carbono. Aprovecha los parques, senderos y espacios naturales cercanos a tu hogar.
• Elige ropa deportiva sostenible: Busca prendas fabricadas con materiales reciclados o orgánicos, como el poliéster reciclado, el algodón orgánico o el bambú. Además, prioriza ropa duradera y de alta calidad para reducir la necesidad de comprar nuevas prendas con frecuencia.
• Utiliza una botella reutilizable: Olvídate de las botellas de plástico y lleva contigo una botella reutilizable para hidratarte durante tus entrenamientos. Existen muchas opciones en el mercado, desde botellas de acero inoxidable hasta las fabricadas con materiales ecológicos.
• Recicla y reutiliza tu equipo deportivo: Antes de deshacerte de zapatillas viejas o ropa deportiva en mal estado, considera si pueden ser reparadas o donadas. Muchas tiendas especializadas ofrecen programas de reciclaje para calzado deportivo.
• Compensa tu huella de carbono: Si viajas para participar en eventos deportivos o realizas actividades que generan una mayor cantidad de emisiones, compensa tu huella de carbono apoyando proyectos de reforestación o energías renovables, además no te olvides de protegerte del sol con productos que se enfocan en cuidar el medio ambiente
¿Por qué elegir ropa deportiva sostenible?
La industria de la moda es una de las más contaminantes del planeta. Al elegir ropa deportiva ecológica, estás contribuyendo a reducir tu huella de carbono y apoyando a marcas que priorizan la sostenibilidad y el bienestar del planeta. Además, estas prendas suelen ser de alta calidad y duraderas, lo que significa que te durarán más tiempo y reducirás la cantidad de ropa que desechas.
Materiales ecológicos a buscar:
• Algodón orgánico: Cultivado sin pesticidas ni fertilizantes químicos.
• Bambú: Un material renovable, suave y antibacteriano.
• Poliéster reciclado: Fabricado a partir de botellas de plástico.
• Tencel: Una fibra celulósica producida de manera sostenible.
• Lana merino: Una fibra natural renovable y biodegradable.